La crisis del título universitario
En The Future of the Degree: How Colleges Can Survive the New Credential Economy, Jeffrey J. Selingo, catedrático y experto en educación superior con más de veinte años de trayectoria, delinea los mayores retos que los títulos universitarios de hoy día enfrentan en la economía del conocimiento. Contextualizado en la historia de la educación superior en los EE.UU., el reporte explora la evolución de los diplomas universitarios y su compleja relación histórica y económica con la necesidad de los empleadores por conseguir talento altamente preparado. La crisis actual de las acreditaciones académicas se debe en gran parte a que su formato actual es el legado de dos siglos de enfatizar el tiempo sentado en clase y la incapacidad de cuantificar y comunicar el aprendizaje tanto dentro como fuera del aula.
- Generalmente se ha considerado al título universitario como una señal de capacidad laboral. Sin embargo, en la medida en que más adultos adquieren un diploma de educación superior su valor como señal de empleabilidad disminuye, y sólo cobra importancia cuando tiene el respaldo de una institución de renombre.
- Históricamente el título ha sido un mecanismo de selección para los reclutadores, pero debido al incremento en la población titulada y la facilidad y conveniencia de buscar y aplicar a un puesto por Internet ha disminuido su importancia.
- La idea de que la educación superior provee el capital cultural necesario para exceler en un puesto también se ha visto afectada. Cada vez hay más evidencias que revelan que los graduados adolecen de las habilidades blandas necesarias para trabajar hoy en día. Una encuesta de Gallup revela que solo el 11% de los líderes empresariales consideran que los recién graduados cuentan con las habilidades para desempeñarse exitosamente en el trabajo.
- La creencia un grado académico mejora la productividad individual a través de la instrucción formal también va en declive. La disparidad entre en las experiencias de estudiantes de una misma institución, o de la misma disciplina en distintas universidades, significa que las reclutadoras cada vez entienden menos ‘qué hay dentro de la caja que están comprando’, por lo que a reputación de la institución juega cada vez un papel mayor ante la incertidumbre.
- Englobar la experiencia de aprendizaje tanto dentro como fuera del aula.
- Comunicar una experiencia integrada; debe haber un currículo coherente detrás de cada certificado.
- Enforzar estándar común para todas la universidades. Un título que sólo es reconocido en pocas instancias es inútil para cualquier propósito práctico.
- En vez de registros en papel resguardados por las universidades, las credenciales serán activos electrónicos pertenecientes al estudiante y mantenidos en una red virtual utilizando la tecnología blockchain que hace de las criptodivisas como bitcoin seguras y descentralizadas. El MIT ya ha otorgado sus primeros diplomas con este método.
- En adición a los certificados tradicionales, las universidades otorgarán nuevos tipos de micro-credenciales como insignias que reconozcan el aprendizaje continuo.
- Más que existir como un solo documento, las credenciales deberán comunicarse a través de portafolios que demuestren los conocimientos de su portador.
- El creciente uso de la analitica de datos en las decisiones de contratación podría reducir la importancia del certificado, pero incrementar la relevancia de experiencias de aprendizaje específicas dentro de la universidad.
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